Regalos

A los niños que me roden suelen sobrarles los juguetes y la ropa. Mi tía cuenta, por ejemplo, que su hija regala cajas llenas de juguetes cada año porque ya no le caben en casa.

Aún así, por fuerza de la costumbre social, seguimos comprándoles regalos de cumpleaños y de navidad. Regalos que casi que se pierden dentro de la montaña que reciben. Y a mi eso me sabe mal.

Recuerdo siempre una navidad en que pasamos CINCO horas viendo a los niños de mi familia abrir regalos. Observando cómo ellos rasgaban el papel y luego tiraban (sin casi mirarlo) el regalo respectivo a un lado para correr a rasgar el papel del siguiente. Y luego aún lloraron porque se les acabaron los regalos para abrir. No puede ser.


Y los regalos para bebés? que son tan pequeños que no saben ni dónde tienen en la cabeza? Yo digo que deberían ser cosas que las madres indiquen que el bebé necesita y más nada. Menos juguetes que nadie juega y más pañales. Más mamelucos y esas cosas menos bonitas pero más útiles.

Se me ha dicho que cuando se hace un regalo a un bebé en realidad se le está haciendo un regalo a sus padres. Si es así, por qué no comprar algo que la madre/padre disfrute?

Lo irónico de toda esta historia es que cuando los niños crecen y están ahora sí llenos de deseos de cosas específicas, ya sólo reciben 1/3 de lo que recibían cuando no tenían edad ni manos suficientes para disfrutar.

Si tuviera descendencia, creo que abriría una cuenta bancaria y avisaría a todos mis allegados que cada cumpleaños, navidad, evento pueden hacer ahí un depósito anónimo que seguramente mi descendiente -cuando ya tenga edad de razonar- adorará gastar. Obviamente que recibirá regalos, pero sólo en una cantidad razonable y enfocados a aquello que realmente gusta y/o necesita. 

Entonces, aviso desde ya a mi hermana:

A mis potenciales mini- parientes (salvo que usted me diga que necesitan alguna cosa específica) cada que sea una ocasión con obligación social de dar regalo, voy a guardarles el dinero que gastaría en el regalo hasta que tengan más de 10 años y deseen con mucha intensidad algo que usted no les quiera comprar. Una batería, parte de un viaje o un curso de esgrima.

Eventualmente recibirán regalos fuera de las fechas marcadas para ello, cuando no estén esperando uno.

He dicho.


(Raquel se burla de mi, y dice que cuando tenga sobrinos me moriré de ganas de comprarles cosas y se caerán mis intenciones por el suelo...)


Extra:

P. me contó que dado que tiene dos primas que tienen todo aquello que quieren (por lo que es casi misión imposible darles un regalo cómo esos que apetece dar -uno que haga sentir muy contento a quien lo recibe-)  toda la familia optó por darles dinero pensando que a los 17 años te quedrás comprar un montón de cosas. Ella era la encargada de entregarlo y, por casualidad, antes de dárselo les preguntó que qué hacían con todo el dinero que les regalaban (esperando algo del género "quiero comprarme un Ipad y una pulsera Tous") cuando escuchó lo siguiente:

    - Ah, eso? mmm... lo regalamos.
    - QUÉ HACEN QUÉ???
    - Lo regalamos a una fundación x.

(y no, no es que tengan un grande sentido social, es que lo valoraban muy poquito y no se les ocurrió nada qué hacer con él).

P. flipó y decidió retener la entrega del dinero que con esfuerzo había sido recolectado. Luego discutieron el caso con la familia y se decidió que el dinero se iba a gastar en hacer cosas con ellas. Así P. las llevó a escalar, las llevo a comprar tela para que se hicieran unas pijamas, etc.