martes, 4 de noviembre de 2014

Los chocolocos.

Me molestan esas personas que, de plano, descartan cualquier método educativo tradicional o directo al grano. Que consideran que la indisciplina es signo de creatividad y que a los niños aplicados les extirparon la imaginación.

No, señor chocoloco, no me confunda las peras con las manzanas. Atención, concentración, capacidad de seguir instrucciones e imaginación son todas cosas diferentes que vienen en diferentes combinaciones en las personas.

Los métodos formales usualmente son directo al grano. O sea, te mandan la información así sin más, sin disfraz lúdico, sin experiencia deductiva. Que sí, que enviar así la información tiene sus problemas pero no significa eso que tampoco se puede enseñar así. Depende del alumno en cuestión, siempre.

Un ejemplo:

Tengo dos niños en el mismo momento de aprendizaje de violín. El objetivo es que logren pasar el arco por las diferentes cuerdas, usando tiempos variables y que todo suene bien (que no cruja el arco, que no se salga del camino, que no toque otras cuerdas por error, etc).

El niño A es un niño de personalidad aplicada así que puedo darle la instrucción directa: cuerda la cuatro tiempos luego cambias a Re, arcos completos. Y él lo hace, y le gusta hacerlo.

La niña B es más inquieta y no le gusta estar sentada con el violín. La intrucción directa le entra por un oído y le sale por el otro así que me toca inventarme otras formas de lograr el objetivo. Al final en vez de la instrucción directa, toca la instrucción disfrazada: cuando yo salte tocas la cuerda Re y cuando yo de una vuelta, tocas la cuerda La. Luego cambiamos de turno y tu saltas y yo toco.

Según señor chocoloco no hay duda alguna de que la niña B es más creativa y logrará ser mejor música. Mi pregunta es -de dónde coño sacas eso? Lo único que yo puedo decir de esos dos niños en este estado de cosas es que niño A va más rápido porque disfrazar las cosas demora más; de su creatividad y potencial musical con sólo esa información no puedo deducir casi nada. A lo sumo que para uno es más fácil concentrarse que al otro y que la concentración favorece la adquicisión de conocimientos. (y bueno, que para mi es infinitamente menos agotador dale clase a niño A que a niña B).

No todo lo que no siga instrucciones es revolucionario. Dicho.

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