Fragmentos de una relación amorosa

MC: mi chica.

Pi: pi.

Pi: ese es el mismo autor del libro que me recomendaste cuando estábamos en Madrid y que compré?

MC: no te acuerdas de mis recomendaciones :(.

Pi: (tratando de salvar la patria y alardeando de buena memoria o cursileria agravada)

que no, que mira que me lo recomendaste la segunda vez que nos vimos, estábamos sentadas en la barra de un bar, nos tomamos dos cañas, luego nos sentamos en una mesa y cenamos lasagna. Yo pagué la cuenta (recuerdo mental: y flipé cuando la convertí a pesos).

MC:

(...)

(...)

(...)

Pi: (estará enfadada?)

MC:

(...)

(...)

(...)

(...)

Pi: MC?

(...)

(...)

(...)

Pi: (ya estaba preparando, el -párame bolas, ponme cuidado, qué estás haciendo, que mira que estos días hemos hablando poco....)

MC: M-E. A-T-A-C-Ó. U-N. B-I-C-H-O.!!!!!

Pi: (tras imaginarse la escena) jajajajajajjajajajjajajajajaja

(tras recuperar la compostura) qué bicho?

MC: mmm... este (manda un link) (nota: dada la diferencia de nombres de los vegetales y bichos en nuestros lugares de residencia, hemos optado por ilustrar las afirmaciones con imágenes para asegurarnos de que hablamos de lo mismo)

Pi: ahh, un escarabajo. Lo mataste?

MC: Sí.

Pi: y crujió?

MC: Sí.

Pi: No se matan los animales que crujen al morir! sólo los que tienen muerte silenciosa como los zancudos.

MC: pues es bicho se merecía la muerte. me atacó por la espalda.

(...)