viernes, 23 de abril de 2010

Desde que estoy trabajando en penal -léase violaciones, secuestros, homicidios, cárcel, cárcel, declaraciones de niñas abusadas, fotos de accidentes de tránsito-me han preguntado varias veces, cómo lo soportas?.

Suelo contestar que, para no enloquecer, tomo los procesos como novelas –donde, la realidad supera a la ficción-; los acusados y las víctimas devienen en personajes y, mi sentencia, es una historia sin cabos sueltos.

Es un proceso de desensibilización. Sí. Es eso o enloquecer. Ayer, no sin cierta tristeza, nos dimos cuenta que, realmente, no vemos víctimas sino casos.

Llega mi compañera del frente con un proceso gordo, grandote. Y empezamos:

- Uyyyy, qué traes ahí? Secuestro??? Homicidio???

- Homicidio culposo. (Aclaración: los culposos suelen ser por accidente de tránsito y, usualmente, son procesos chiquitos, sencillos).

- Un culposo??? Uyyyy, ni que fuera el del Agustiano! (refiriéndonos a la tragedia del bus escolar aplastado por una aplanadora con todos los niños muertos).

- Momento….. a ver…. Son doce víctimas.

- Ahhh, entonces no es un agustiano es un agustinianito!!

- Jajajaja. (explosión de risas).

(silencio)

- Se dan cuenta que estamos haciendo un chiste de una tragedia?

- Sí.

(…)

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