Tengo síndrome horrible de sábado que se cree domingo. En casa, sin ganas de salir pero tampoco de estar. Madrid se va de viaje los fines de semana y sólo quedamos los turistas.
Intento dormir un poco pero una llamada me despierta, balanceando la balanza sábado/domingo hacia el domingo: a una de mis compañeras le han pedido los papeles por la calle, la han tratado como una escoria y la han retenido varias horas.
Dejan desazón esas historias y siento cierto alivio (que no debería sentir) al saber que no llevo el "latinoaméricana" en el rostro. Recuerdo todas las historias de "ciudadanos de segunda clase" y no puedo evitar que me encoñe un tanto. De resto, todas muy hospitalarias.
Mucha agua y muchas papas a la cena.
Me entero también que las recepcionistas me llaman "la beba" y recuerdo el "criatura de dios" del rector de la universidad. Rejuvenezco atravezando hemisferios.
Besos,
Pi.
1 comentario:
no puedes decir que tu conciencia social sea inexistente... y agradezco también por tu cara y tu buena suerte
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