Hilda I need you!!

Hilda!, mi cama ha estado sin tender muchos días, ya las cobijas no dieron más de sí y se han caído todas. Ayer pasé mucho frío en la noche. Sólo una cobija (la rosada grande, afortunadamente) logró manterse sobre la cama. La sábana también, pero, cómo siempre, se las tilda de indómita y tiene a enrrollarse peligrosamente en mi cuello. Hilda!, que si no la extiende corro el riesgo de morir ahorcada.

Y la comida Hilda, qué me dice de la comida? el miércoles empezó la decadencia. Ya quedaba poco de lo preparado el lunes, así que me figuró comerme una cuchara dulcera de lentejas sin arroz! Hilda!, lentejas sin arroz?, si ellas hacen la pareja perfecta. Ya el jueves no había nada, y, sin nadie que me lo recordara olvidé almorzar, a eso de las cuatro me sentí mareada y opte por lo rápido: una porción de pizza, no me cree Hilda? mire al lado de mi cama, en el plato grande serví la pizza de ayer, ese mendrugo de pan (viejo) fue mi desayuno de hoy. En la bolsa, venía el domicilio de hoy, debajo de ella, hay otro plato que sostiene la bolsita del té de un desayuno ... también hay otros platos (dos debajo de la cama y uno que reposa en la biblioteca)... ya olvidé de que son, pero le aseguro Hilda, que suculentos platos no fueron.

Ahora, Hilda, haga cuentas, hoy es viernes y tenemos seis platos (perdón siete, es que el otro esá encima de la cama y no lo ví), ocho vasos, sólo una cobija sobreviviente... a qué se puede estar enfrentando el lunes? a docenas de loza sucia? a la niña Pilar congelada porque se le cayeron las cobijas? a la niña Pilar ahorcada por la sábana maldita? a la niña Pilar desnuda porque no encontró sus pijamas? a todas las anteriores?.

Extrañandola,

La niña Pilar.