jueves, 26 de julio de 2007

ayer dí un alarido inaudible de auxilio,

que murió en el silencio

no hubo salvadores

me ahogué en lágrimas

en hipidos

me atoré en gritos

se agotaron las lágrimas

el aire se hizo difícil de aspirar

la extenuación ganó la partida

y el sueño trajo alivio

aunque,

por malestar del despertar

sé que aún tengo el espejo en la garganta.

... y aún no encuentro el hilo

2 comentarios:

VICA dijo...

Y entonces, uno hace historias de cómo encontrar el hilo, y deshacerse del espejo... chévere...

P.D. Invitadísima. Agosto 10, 9:00a.m. pero aún no sé en que auditorio.. :(

Saludos

Josefa dijo...

lo siento... hubiera querido escuchar el grito y buscar contigoel hilo