Hoy, mientras me encontraba soñando, me levanté de mi cama y fui por la cámara porque había una imagen que necesitaba captar. El escenario se transformó y me encontraba en una vivienda con grandes ventanales dirigidos hacia los cerros de Bogotá. Cuando yo miraba directamente, en las cercanías se veían lujosos edificios y más allá pobres edificaciones. Pero, al captar con la cámara, a pesar de que yo la enfocara a los edificios de hermosa arquitectura, en la imagen sólo aparecían los pobres, veía miseria en mis imagenes. Intentaba una y otra vez, desde diferentes ángulos, con el mismo resultado. Me extrañaba, pero aún no me encontraba sorprendida.
Luego, empecé a tomar fotos del lugar en el que me encontraba y... al tomarlas, fotografiaban lo que se encontraba detrás mio, detrás de la cámara. Incluso, llegué a fotografiar con mi cámara, la cámara misma, totalmente de frente.
En este punto abandone la cámara, presentí que si continuaba, iba a hacer retratos de personas que no veía.
4 comentarios:
La cámara ve lo que no ves... Cuesta acostumbrarse a su profundidad.
Interesante forma de conciencia.
Hay que acercarse, esperar ó buscar, de alguna manera saldrá la foto que deseas. Creo.
bueno, es que las palabras demasiado sinceras no fueron para vos
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