A quejarse al mono de la pila.

Me fastidian las personas que pasan su vida quejándose y victimizándose. Y no, este no es un discurso de "soy emprendedor, construyo mi propio futuro y el mundo es campo abierto de posibilidades que sólo es cuestión de una mente positiva para aprovecharlas". NO.

Es más bien un "quejarte no te hace más interesante, sólo fastidioso". Esto va especialmente a las quejas sobre dinero.

Me la suda la gente que, a partir DE CUALQUIER COSA que le preguntas va lograr meter un "yo como no tengo, o yo como soy pobre, etc".

Ejemplo:

- Hola, cómo te fue el fin de semana?
- mmm... nada, en la casa como siempre, encerrada.... nada especial, no tengo dinero para salir... como siempre.
- YA.

No te falta dinero cariño, te falta imaginación, ganas y/o un espejo.

Imaginación y ganas: En toda ciudad, si te tomas el trabajo de buscar, hay millones de planes para todo gusto bien gratis o muy baratos. O te inventas tu una jornada de pizza casera con tus amigos. O bueno, si te gusta quédate sólo encerrado viendo tele pero luego no vengas el lunes a quejarse.

Al que le aqueja la falta espejo: Es un clásico. Tiene la caradura de responderte eso cuando tu bien sabes que estuvo el viernes cenando con x y luego terminó en el bar z hasta las tantas. Pero no, él es un pobrecito que no puede perder oportunidad de quejarse porque le parece que la cena x y el bar z no cuentan porque lo que él quería era ir a París a pasar el fin de semana. (y capaz que luego viene y se queja del clima o de los turistas o de algo...)

Mi economía actual es básica pero suficiente -en mi opinión-. Tengo para una casa chévere, para comer bien -en casa-, para ir a cine o a conciertos un par de veces al mes y aún puedo ahorrar un poco para darme un par de viajes medianos al año. Que sería chévere tener un poco más de dinero? claro! Qué deba sentirme pobre y víctima de "la crisis"? No. Esa sería una cara dura gigante. La pobreza real es otra cosa.. yo simplemente tengo que recortar en algunas comodidades burguesas como pagar a alguien para que limpie mi casa, tomarme un trago hipercaro en un bar todos los viernes o hacer viajes trasatlánticos todos los años.

Por eso no soporto que tu, que ganas EXACTAMENTE lo mismo que yo (y tienes gastos similares), me digas con cara trágica que no puedes almorzar porque no tienes dinero cuando en realidad quieres decir que no puedes ir a almorzar donde quieres porque no tienes dinero para pagar ese sitio específico.

A quejarte al mono de la pila que en mi no encontrarás empatía.


(O es como mis compañeros del colegio que me acusaban de snob y niñata rica por comprar ropa costosa hasta que les hice ver que el gasto mensual de ellos en cerveza daba -e incluso sobraba- para comprar un de esas piezas de ropa cada mes).