Nunca me he llevado muy bien con la ropa de oficina. El conocido sastre (pantalón y chaqueta a juego) me parece de un aburrimiento y falta de originalidad inigualable. Así, nunca consideraría que una chica, vestida de esa manera, lograra verse guapa e interesante.
Bueno, retiro lo dicho. Mi colega del frente no se quita sus pantalones y chaquetas a juego (eso sí de muy buen diseño), no se baja de los tacones, no se abre más allá del segundo botón de la camisa, no se "desplancha" (sin alisar) el pelo y/o no se suelta la cola de cabello ... y se ve! se ve! (auuuuuuuuu) -aullido-.
Justo acaba de ponerse de pie para retirarse la chaqueta y quedar en camisa blanca, de rayas y botones, ajustada y abierta al punto justo... ahora, adivinen qué Pi, siguió todo el proceso con una mirada más que fija... y sí, es la misma que la otra vez casi me hace caer de la silla cuando se agachó sobre mi mesa portando un escote pronunciado.
cosas que pasan cuando trabajas con mujeres y te encantan las mujeres.
4 comentarios:
Jaaaaaaaaaaaajajajajajaja...
Sí... así pasa...
Y a veces yo... tengo que verlas desnudas!!!!
XD
desnudas???
cómo puede pasar eso?
A veces lo mejor de los trajes chaqueta es quitarlos, ponerlos, abrochar, desabrochar... toda esa formalidad que esconde interrogantes vacíos o llenos de salvaje lujuria.
Beso, Pi
L.
Estudié medicina...
:D
Así es como puede pasar...
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