miércoles, 12 de agosto de 2009

Trato de explicarle mi dificultad para ver lo obvio. Mi tendencia a solucionar lo díficil y enredar lo fácil. La prevalencia de lo abstracto sobre lo concreto. El gusto por narrar, por incluir todo en una historia: un dibujo, una imagen, un objeto. Nunca hay una sóla frase, una línea, un párrafo sencillo. Siempre una historia. A veces tengo la decencia de preguntar qué historia se prefiere, la larga o la corta. No logra entender cómo me lío sóla con los temas. Cómo me gusta ir e ir, hasta perderme del camino, irme por las ramas y olvidar a dónde iba. Me dice: -ya nos líamos con éste tema, hablémos de otra cosa. Y se me pone la mente en blanco y no atino qué escribir. Sí iba tan bien en el otro, sí ya había investigado en google.... Me aterriza de nuevo, -Lindaaa... me llama y me acuerdo de algo que quería saber y le pregunto: estaba caliente el agua de la playa por ésta vez?. Me gusta saber su día a día, así ella diga que nada pasa, que no hay nada que contar. Le respondo que aún estoy en pijama, que me he dedicado a leer, comer y tocar.. y siempre hay algo que contar.

Me dice que le escriba tranquila, que le gusta leer mis correos. Pero, si me dan carta abierta puedo escribir infinitamente, armar de mi almuerzo un cuento (sobre la pasta que crece en la nevera y llevamos cuatro días tratando de terminar). Empiezo a redactárle correos mientras estudio, mientras veo tv, mientras leo... tal y cómo hacia post´s mientras me duchaba, te escribía sobre mi casa... hago fotos de mi cotidianidad (tal y cómo viste el zoo de mi hermana). Se me ocurren ideas... videos, cartas, fotos... es cómo sí, cuando hay un destinatario, mis ganas de crear se despiertan.. elaborar imágenes, cosas y letras... infinita e incasablemente.

Me desvío de la ventana de Gmail hacia esta... tratando de verter ideas en un lugar diferente a su correo.. pero salen otras cosas. Termino hablando de ella cuando le iba a hablar del libro que se quizo poner en mis manos, que, ante su insitencia (la del libro) compré. Cuando lo empiezo me doy cuenta que cualquier día pérdido ví lesa misma trama en una película.. y me acuerdo de la niña y de la madre -bella-. Qué la ví hará unos cuatro años, pero todavía está clara y no sé si continuar con el libro ahora que conozco la trama. Paro la lectura, cambio las hojas por la pantalla... una frase hace detener mi zaping "y tú, qué haces? Entretengo niños"... es justo la frase que acabo de leer en el libro que se puso en mis manos. Esa, la que ví hara cosa de cuatro años, vuelve el día que empiezo el libro que le otorga argumento. Curioso... muy curioso.

Grito contigo Toin, volvéeeee (o veníiiiii -en mi caso-)

4 comentarios:

anattolia dijo...

Uy pi, qué extraño, me está pasando algo tan parecido... y otras cosas también, al mismo tiempo... Necesito verte, ¿se puede?
te quiero mucho

Andreinha dijo...

cogela sua...

Josefa dijo...

a juzgar por tu lejanía de estas tierras... jejeje
diviértete! picos

(la emoción acentúa la acentuación jojojo)

Y. dijo...

:)))))))))