Bueno, lo he sentenciado:
O se acomoda la zapatilla a mi pie, o mi pie se acomoda a la zapatilla. Pero he de bailar. Pronto! con éste dolor no se puede.
No recuerdo cuando fue la última vez que dormí con las zapatillas puestas. Más de cinco años seguro. A mitad de la noche, desesperada y dormida, me las quité. Será que éstas si amanecen? el tiempo apremia.
1 comentario:
ahhhh cuánta tortura!!!
Publicar un comentario