viernes, 19 de septiembre de 2008

Qué extraña calma esta... el reloj marcaría pocas horas, pero me sentí en túnel; simplemente pasaron más.


Salir en promenade, like vacation, en Lucrecia. Y reir. No podía evitar cantar. Iba un muchachito en bici, cantando y silbando. Perdía el aliento. Y el sol brillaba. But it's Bogotá, y amenaza lluvia. Paciente espera y de vuelta a la ruta. Andariega -vuelta a la Virgilio?-.

Hay un espacio: un espiral que culmina en un espejo de agua. Descender y acostarse en la fuente. Cerrar los ojos -fátiga-. Abrir-los -llueve-. Nos refugiamos entre ecos rotos. No queda más que ver llover y probar ecos. Sonidos en grave, en agudo; un aplauso, un sílbido y canciones.

Tensa atención para el regreso en el camino mojado. Aguadepanela y pan. Y un abrazo.

Dormir. (sin culpas)

La euforia agota. La abulia también. El tránsito más. El transito varias veces en un día aún más. Todos los días, caminas al colapso.
Descansé. Fueron vacaciones.
Estabilicé la aguja.

El tiempo todo calma, la tempestad y la calma.

1 comentario:

VICA dijo...

Sin ánimo de sonar menos profunda, pero me he quemado la carita...