Ayyyyy!, me emociono tanto! pese a que no es una de mis favoritas... incluso es una de las menos-favoritas. Pero Beethoven es Beethoven.

Es una orquesta y quise estar en ella: tener cara de bicho raro, no ver nada diferente a una partitura y las manos en movimiento del director (me encanta mirar las manos de los directores!) y sudar... y moverme todo lo que una silla y la sujeción de un instrumento permite.

Generalmente el cuerpo sudoroso me asquea... pero es tan escencial en un escenario; esas gotas del líquido ácido suelen dar cuenta del "alma" del intérprete.

Y sí, quiero conocer la música desde su estructura, otorgarle más que lo que mi partitura anota y mi experiencia (escaza) cuenta.

Qué susto... agotador será pero, desde cuando me asusta el cansancio mujer orquesta?

Arriba pato!.

Escrito en una conferencia sobre "Nuevos desarrollos de la obra por encargo". "vías viables" no puedo dejar de notarlo, porque les encanta la redundancia: "Honorabilisímos Magistrados de la Honorable Corte Constitucional" Pufff! cómo me asquea la pleitesía. Y repito, con mis jeans haré concesiones pero con mis tennis -rotos- no!.