ayyy Antonín, a veces siento que el precio es tan alto. Por qué te cobras tan caro (...)

Estoy cansada, los brazos duelen y mi esfuerzo les parece irrisorio, nimio. Exigen y me regañan, me regañan y exigen, todo porque no estudio algo que valga la pena, porque no estudio (entonces que carajos se supone hago todo el día, todos los días? -Lutudía-)... si lo hiciera me dejarían en paz. En paz, cómo a mi hermana, la respetable doctora. Pero mi cansancio no vale, porque es música. Mi tiempo no vale, porque es música. Ya no valgo para papá porque soy música?. (ó intento serlo)-No le pongas cuidado-... pero es mi papá, me es importante. Ser su decepción, su fracaso, duele. Duele porque le quiero, porque me gustaba cuando estaba orgulloso de mí... porque fue mi acompanante de infancia y mi companero de juegos. Ahora todo son reganos, todo lo hago mal y nada es suficiente. Y ella, tras del hecho, conchuda a mi modo de ver, loca histérica en el suyo. Naturalmente, no recibo ni las gracias. Y cómo ella es doctora puede no hacer nada. Puede dormir todo el día (cierrale la puerta para que no se despierte). Hay viajes (cómo no, es un "congreso" y un "observer ship"). Saber que sería beneficiaria también si no te hubiera elegido Antonín. Per se eres exigente, demandante, posesivo, a eso agregar causas que no son tuyas, prejuicios culturales... te ves un poco imposible - a veces-. Por qué vale más lo uno que lo otro?. Por qué si eres tan caro, vales menos?.